18 de mayo de 2020

Recuerdos de la militancia en la Liga Comunista

A raíz de nuestro último post, un antiguo militante de la Liga Comunista nos ha ofrecido plasmar parte de sus experiencias en el grupo, especialmente de la última época. Desde Tiempos de Lucha y Esperanza agradecemos su aportación y estaremos encantados en recoger más testimonios como este, de militantes de cualquier organización de la izquierda revolucionaria.

Recuerdos de la militancia en la Liga comunista

Como militante de la Liga Comunista desde el año 1975 quisiera hacer unas aportaciones personales desde mi experiencia sobre la última etapa de la organización.  El Tercer Congreso de la Liga Comunista de septiembre de 1976 se cerró en falso. Juan Colomar (“Roberto”) fue apartado del Buró Político. Siempre había sido el ideólogo de la LC. Fue impulsor de la formación del grupo Comunismo a partir de la disolución del FOC en Cataluña, que luego daría lugar a la LCR, y allí creó el grupo “Encrucijada”, que daría lugar a la LC. En la LC ya algunos militantes, como el líder obrero José Borrrás, se habían ido a la LCR. Colomar era totalmente contrario a cualquier acercamiento con la LCR y los otros grupos de extrema izquierda. Fue el que teorizó que el PSOE sería hegemónico  en el “interregno” democrático entre el franquismo y la revolución. Que había que potenciar los sindicatos de clase como UGT y CNT y no CCOO, que era un movimiento sociopolítico al servicio del PCE. Aunque se aprobó esta moción en el Congreso, el Buró Político se formó por el sector más proclive a acercarse a la LCR. Juan Zurriarraín, secretario general, era uno de ellos. En este BP estaba también Jaume Roures. Quedó dividido entre la mayoría partidaría del acercamiento a LCR y la minoría liderada por Colomar. De hecho Colomar fue apartado, desde criterios formales, porque era totalmente caótico e iba siempre a su aire.

Lo que ocurrió es que Colomar fue abandonando el troskismo. Sus seguidores se desmarcaron de él y formaron la tendencia fracción troskista. Colomar, con algunos fieles de Barcelona, montó la Tendencia Marxista, que se basaba en las teorías de Cornelius Castoriadis, que criticaba no solo el troskismo sino también el leninismo.

En el IV Congreso ganó la confuencia con LCR. La fracción troskista se une a otros colectivos troskistas y expulsados del PSOE para montar el POSI (Partido  Obrero Socialista Internacionalista). Algunos se integran en el PSC y acabarán ocupando cargos relevantes, como Conseller de Treball en el Tripartit (Josep Maria Rañé) o teniente de alcalde de Terrassa (Josep Aran).

Respecto al grupo de Colomar, este siguió su trayectoria política participando en diferentes grupos, algunos en los que participaron líderes neofascistas como Ernest Milà. Finalmente montó el Partido Nacional Republicano. Su mano derecha, Antoni Ferández Teixidó (“Demián"), que después de pasar por la CNT acabó montando la CDS catalana (con otros antiguos militante de la TM) y acabó en CDC, donde llegaría a Conseller de Treball.

La Liga Comunista fue un grupo izquierdista, en el sentido que apuntó Lenin de “la enfermedad infantil del comunismo”. Un grupo muy minoritario que tenía militantes en Barcelona, Pamplona, Bilbao y Madrid, básicamente. Su composición era poco obrera (algunos habían) muy estudiantil (la mayoría procedentes de la pequeña burguesía). En el País Vasco algunos procedían de ETA. El fundador, Juan Colomar, procedía de la dirección del F.O.C. (F.L.P. en Cataluña). Pero de joven había sido dirigente falangismo. Un personaje muy magnético y con una gran capacidad teórica, sin ambiciones políticas pero apasionado por lo político.

De mi experiencia puedo decir que aunque era un grupo marginal, muy dogmático y sectario, fue para mi una escuela de formación política y aunque quizás éramos  mayoritariamente jóvenes que jugábamos a la político lo cierto es que nos la jugábamos. Muchos acabaron detenidos, torturados y encarcelados por un ideal.

 Luis Roca Jusmet    lroca13@gmail.com




10 de mayo de 2020

III Congreso de la Liga Comunista

En septiembre de 1976 se celebra en una ermita abandonada de la Plana de Vic el III congreso de la Liga Comunista. Pretendía ser un golpe de timón en un momento decisivo del curso de los acontecimientos tras la muerte del dictador, siendo el objetivo transformarse en una organización masiva, compacta y visible, con especial incidencia en la clase obrera. En línea con lo que ya habían hecho algunas otras organizaciones de la izquierda revolucionaria, se decidió que algunos dirigentes empezaran a actuar abiertamente y así a los pocos días trascendió a la prensa la figura del secretario político del Comité Ejecutivo, Juan Zuriarrain. 

Algunas otras medidas concretas que se tomaron fueron una nueva política sindical (que conduciría al abandono de Comisiones Obreras y a la integración en UGT, decisión no ajena a la polémica) y la constitución de una organización juvenil: la Liga de la Juventud Comunista. Sin duda, fue un acierto este última acuerdo, dado que en los primeros meses de 1977 la LJC se desarrolló considerablemente, consiguiendo organizar a varios miles de jóvenes.

Dentro de la campaña de extensión del partido tras el congreso, se editaron varias decenas miles de bonos de 100 pesetas. Aquí os mostramos el anverso y el reverso de uno de esos bonos.





27 de abril de 2020

Legalización del porro

En un proceso gradual que se inicia en el año 1977, la Joven Guardia Roja, organización juvenil del PTE, abandona en sus publicaciones la presentación típica de la prensa de las organizaciones marxistas-leninistas, así como su iconografía. Al mismo tiempo en los artículos pierden peso la doctrina y la ortodoxia y van adquiriendo relevancia temas relacionados con el ocio y las vivencias de los jóvenes. Comienza a aparecer también la ecología, cuestión que se transformará en central para el PTE y posteriormente para el Partido de los Trabajadores, fruto fugaz de su fusión con la ORT.

Pero será en el otoño del año 1979 cuando la JGR inicie una extensa campaña solicitando la legalización de las drogas blandas y reivindicando el "canuto", es decir, el cigarrillo de mezcla de tabaco y hachís, bastante extendido entre la juventud de la época. Se empiezan a organizar "fumadas" colectivas por todo el Estado, en abierto desafío a los cuerpos policiales, y la campaña tendrá su culminación el día 19 de enero de 1980, coincidiendo con la celebración de la festividad de San Canuto.
 
La asunción de la legalización de las drogas blandas supuso una auténtica ruptura con los orígenes de la JGR, dada que las organizaciones m-l siempre habían considerado cualquier tipo de droga, legal o ilegal, como una trampa evasiva que el Estado ponía contra la juventud y en especial contra los militantes revolucionarios y el resto de jóvenes más concienciados. Pensamos que algo influiría en este cambio de criterio el acercamiento, dentro del partido unificado, de parte de los antigua dirección del PTE a las tesis del Partido Radical italiano: el grupo dirigido por Marco Pannella no sólo era partidario de la legalización de las drogas blandas sino que había iniciado en el año 1979 acciones de reparto de "porros" en las ciudades italianas.

Como recuerdo de aquel momento, mostramos hoy una pegatina editada por la JGR en Valencia para una fumada colectiva celebrada en la Plaça de la Mare de Déu el día 8 de diciembre de 1979. Su sencillez no empaña lo que tiene de testimonio histórico.



19 de abril de 2020

Azulejera Granadina

Pegatina editada por la Asociación Obrera Asambleísta en Granada. Parece que el conflicto laboral en Azulejera Granadina se inició en la primavera de 1977, prolongándose hasta el primer trimestre de 1978, lo cual situaría esta pegatina como editada en los momentos en que el sindicato impulsado por el PCE (m-l) estaba dando sus primeros pasos: su creación fue en enero de 1978.

La iconografía de la pegatina, con un brazo muy musculado, se ajusta a las imágenes utilizadas con frecuencia por la AOA: personajes masculinos fornidos y en actitud retadora, símbolo de una clase obrera combativa.


12 de abril de 2020

Entrevista a Cipriano Molinero (Acción Comunista)

A medida que los planes reformistas del Gobierno Suárez fueron cumpliéndose, desde su constitución en julio de 1976, la ventana de oportunidad que parecía abierta para las organizaciones de la izquierda revolucionaria va menguando. Y si ello es así para los partidos de más peso e implantación, ocurre de manera dramática para las organizaciones más pequeñas. El desanimo crece entre dificultades crecientes para hacerse oír en las nuevas circunstancias y muchas de ellas desaparecen ya en el período 1977-1978.

Una de estas organizaciones fue Acción Comunista, grupo surgido en la primera mitad de los años sesenta y que tras una trayectoria algo zigzagueante, desaparece en 1978. Dado el casi nulo acceso que tenía a los medios de comunicación generales hemos creído de interés rescatar esta entrevista que le hace en su número de octubre de 1977 La Safor, una revista comarcal netamente de izquierdas, a un destacado militante de AC de la zona, Cipriano Molinero.


5 de abril de 2020

Mayoría de edad a los 16 años

Uno de las grandes temas de la reivindicación juvenil durante el año 1977 fueron las campañas para solicitar el adelanto de la mayoría de edad que en aquellos momentos se situaba en los 21 años. De hecho, en las elecciones generales del 15 de junio de 1977 los menores de 21 años no pudieron votar y dicho factor se consideró una carta jugada por el Gobierno de Suárez para perjudicar las opciones electorales más a la izquierda; dos años más tarde y ya votando los que en junio de 1977 tenían entre 16 y 21 años, tampoco se observaron cambios sustanciales en los resultados. 

La posición de las organizaciones juveniles de los partidos mayoritarios de la izquierda fue situar la petición de mayoría de edad en 18 años. Sin embargo, algunas organizaciones de la izquierda revolucionaria pidieron la mayoría de edad para los 16 años. Ese fue el caso de las Juventudes de Izquierda Comunista, de la OIC, que editaron la pegatina que ilustra el post.

Junto con las Juventudes de Izquierda Comunista (OIC), otras organizaciones juveniles de la izquierda revolucionaria estatal que también solicitaron la mayoría de edad a los 16 años y de las que tenemos constancia fueron la Liga de la Juventud Comunista (LC), los Círculos Joven Revolucionario (LCR) y la Juventud Comunista de España (Bandera Roja) (OCE (BR)). Hay que matizar que algunas de estas organizaciones, manteniendo sus campañas propias, colaboraron en iniciativas unitarias con la exigencia de la mayoría para los 18.

Otro elemento llamativo de la pegatina es que si bien es de edición catalana, se optó por un texto en español.


1 de abril de 2020

El Movmiento de Liberación Comunista

El Movimiento de Liberación Comunista fue una organización creada en mayo de 1977, de corta existencia, y que se movía en el terreno de la autonomía obrera, aunque también estaba influida por el consejismo y el luxemburguismo. En su seno se funden cinco organizaciones que llevaban años trabajando en esa misma área ideológica, algunas de ellas desde principios de la década:

1- Unión Comunista de Liberación, quizá la más importante. Es un grupo surgido en 1971 en Catalunya de un sector de las cenizas del Front Obrer de Catalunya.

2- Lucha Obrera, la otra organización con mayor contingente. Fue una escisión de la Unión Sindical Obrera hacia 1971 con presencia importante en la emigración (Alemania y Francia) y algunos puntos del interior como Valladolid.

3. Germania Socialista. Organización de ámbito valenciano, fundada en 1970 y cuyo primer dirigente fue el sociólogo Josep Vicent Marqués.

4- Grupo Comunista Revolucionario. También surgida del Front Obrer de Catalunya, parece que fue un grupo bastante reducido y del que no hay apenas información.

5- Insurrección. Grupo madrileño nacido hacia 1975 de una escisión de Octubre.

Desde junio de 1977, coincidiendo con su número 4, aparece Lucha Obrera, como periódico del Movimiento de Liberación Comunista. Anteriormente y desde marzo del mismo año, aparecieron 3 números como Revista de la Mesa de Unificación de la Izquierda Revolucionaria. Reproducimos la portada del número 1 de la publicación. Curiosamente, en páginas interiores, aparece como organización editora un sexto grupo: la Organización Comunista. Pensamos que es un error ya que esta escisión de Acción Comunista con presencia en Sevilla y Barcelona, se había integrado ya en la UCL en diciembre de 1976. Anteriormente se publicaba otro Lucha Obrera que era el portavoz de la organización del mismo nombre.

Finalmente indicaremos que ya existió otro intento de fusión anterior en 1974-1975, un Comité de Enlace que incluía también a AC y POUM.