Aunque editada ya hace tres años, hasta esa semana no hemos tenido la
oportunidad de leer la obra de Josepa Cucó i Giner "De la utopía
revolucionària a l'activisme social: el Moviment Comunista, Revolta i
Cristina Piris" que nos ha resultado bastante interesante. Para no
defraudar las expectativas de los hipotéticos lectores, hay que advertir
que no se trata estrictamente de un estudio histórico sino que está
planteado desde el campo de la antropología social, siendo el tema
central de la obra la organización Revolta, sucesora del MC en el País
Valenciano.
Precisamente el libro se ocupa de una cuestión de la cual se ha hablado y escrito bastante poco: las relaciones de coordinación que existían entre las organizaciones post-emecé que podríamos agrupar bajo el genérico nombre de Liberación, las distintas líneas de evolución que fueron siguiendo (que abarcaban desde la política a la actividad sociocultural pasando por las tareas propias de una ONG) y las razones que había detrás de esa evolución.
De todas formas, la parte que más nos ha gustado son los dos capítulos que recogen las experiencias vitales de dos militantes del MCPV-Revolta: Manuel de Juan, militante de la zona Elda-Petrer, y Cristina Piris, líder del textil en los años setenta y ochenta, y posteriormente impulsora de Ca Revolta, el centro social de Revolta. Cristina falleció todavía joven en 2003; el hecho de estar recogido su testimonio durante el proceso de la enfermedad, le confiere intensidad y emotividad.
Al tratar estas dos trayectorias vitales, la autora hace algunas referencias al tema de los estudiantes proletarizados por las organizaciones m-l de los años setenta, cuestión que ya ha sido objeto del interés de los investigadores en Francia. Lo que nos encontramos aquí son sólo unos apuntes, por lo que el tema aquí, que sepamos, sigue virgen.
Precisamente el libro se ocupa de una cuestión de la cual se ha hablado y escrito bastante poco: las relaciones de coordinación que existían entre las organizaciones post-emecé que podríamos agrupar bajo el genérico nombre de Liberación, las distintas líneas de evolución que fueron siguiendo (que abarcaban desde la política a la actividad sociocultural pasando por las tareas propias de una ONG) y las razones que había detrás de esa evolución.
De todas formas, la parte que más nos ha gustado son los dos capítulos que recogen las experiencias vitales de dos militantes del MCPV-Revolta: Manuel de Juan, militante de la zona Elda-Petrer, y Cristina Piris, líder del textil en los años setenta y ochenta, y posteriormente impulsora de Ca Revolta, el centro social de Revolta. Cristina falleció todavía joven en 2003; el hecho de estar recogido su testimonio durante el proceso de la enfermedad, le confiere intensidad y emotividad.
Al tratar estas dos trayectorias vitales, la autora hace algunas referencias al tema de los estudiantes proletarizados por las organizaciones m-l de los años setenta, cuestión que ya ha sido objeto del interés de los investigadores en Francia. Lo que nos encontramos aquí son sólo unos apuntes, por lo que el tema aquí, que sepamos, sigue virgen.