26 de julio de 2020

La Asociación Democrática de la Juventud

En alguna ocasión ya nos hemos ocupado de la Asociación Democrática de la Juventud, una curiosa experiencia impulsada por el PTE en febrero de 1976. En aquel turbulento año, donde algunas actividades de la oposición o de los movimientos populares empezaban a ser toleradas, mientras que otras eran reprimidas con saña criminal, al PTE se le ocurrió crear una organización juvenil legal al amparo de la Ley de Asociaciones de 1964. Mientras la JGRE seguía funcionando a pleno rendimiento y en fase expansiva, la nueva asociación le permitiría organizar actividades legales.

Al final la jugada no resultó tan maestra y pronto las autoridades fueron conscientes de la condición de "tapadera" de la ADJ, por lo que nunca llegó a ser legalizada. Fijándonos en este cartel convocando un mitín juvenil en Madrid el domingo 12 de diciembre de 1976 a favor de la abstención en el referéndum del día 15, vemos su vocación de legalidad al solicitar depósito legal para su edición. Consultando la prensa de la época, parece deducirse que el mitín se celebró, aunque sin la asistencia de su presidente, Raúl Murcia, que fue detenido la víspera en una manifestación.


A medida que las actividades de la JGRE fueron siendo toleradas, el papel de la ADJ dejó de tener sentido así que en marzo de 1977 de produce la integración de los miembros de la ADJ en la JGRE.


El formato del cartel, tamaño folio, era bastante empleado en ese momento. Pese a que no tenía mucha visibilidad en la calle, se podía imprimar a gran escala en las multicopistas eléctricas empleadas para la edición de los órganos de prensa clandestinos.



19 de julio de 2020

Los GEO en Miranda de Ebro

En marzo de 1980 el Ministerio del Interior decide expulsar a las familias sin vivienda que provisionalmente habían sido realojadas en el  colegio menor Carlos María Rodríguez de Valcárcel de Miranda de Ebro. La razón es que el edificio pasa a servir de residencia a dos compañías de los GEO de la Policía Nacional, desplazadas a la zona debido al aumento constante de la tensión en Euskalherria y la celebración de las primeras elecciones al Parlamento Vasco.

A pesar de la reacción de rechazo por parte de todos los grupos municipales de izquierda presentes en el Ayuntamiento, que contaban con que el colegio menor fuera en un futuro destinado a equipamientos culturales o educativos, nada se pudo hacer. Especialmente combativa fue la oposición de los tres concejales del Partido de los Trabajadores, que habían sido elegidos bajo las siglas de la ORT. Parece que fue el PT la organización que editó la pegatina que reproducimos.

 

Como en otros puntos del estado, el Partido de los Trabajadores estaba en un proceso de desintegración progresivo. Una parte de sus antiguos militantes conformarían en 1983 Izquierda Mirandesa, grupo republicano y vasquista todavía en activo. 



21 de junio de 2020

Dos títulos de Ediciones Mayo 37

Tal como indica Sergi Rosés Cordovilla en su obra "El MIL: una historia política", al Movimiento Ibérico de Liberación-Grupas Autónomos de Combate (MIL-GAC) se le ha percibido siempre como un grupo armado, cuando, junto a la realización de expropiaciones, la intención principal del grupo era política. De hecho, su gran proyecto era la publicación de una biblioteca socialista, entendida esta como una recopilación de obras de la izquierda revolucionaria no leninista, que tan poca difusión habían tenido hasta ese momento en el Estado español, y que deberían haber servido como textos formativos para la clase obrera.

Recientemente hemos tenido la oportunidad de conseguir dos títulos originales de los editados por el MIL-GAC para ese gran proyecto de biblioteca revolucionaria, que utilizó el nombre de Ediciones Mayo 37. Se trata de publicaciones bastante bien impresas, pues se editaron en Toulouse a través de maquinaria profesional previamente expropiada. Los títulos en concreto son : "Organización de clase en la revolución alemana", unos textos aparecidos en la revista del grupo consejista francés ICO, y "Lenin y la revolución rusa" del croata Antonio Ciliga. Ambos títulos se editaron a lo largo de 1973.



14 de junio de 2020

Nueva donación recibida

Queremos agradecer la nueva donación recibida en Tiempos de Lucha y Esperanza. Desde tierras pacenses F.R. nos ha enviado un tomo encuadernado con ejemplares de El Correo del Pueblo y La Voz del Pueblo Andaluz, interesante publicación del Comité Regional de Andalucía del PTE del año 1976. Así mismo, alguna otra documentación como su propio carnet de militante del PTE.

Muchas gracias, compañero!


7 de junio de 2020

De LCR a LCR

Revisando el catálogo iconográfico de las fuerzas de izquierda revolucionaria, llama la atención el de las organizaciones que pertenecieron al Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional. Centrándonos en la LCR, es fácil comprobar que ya desde sus primeros tiempos sus publicaciones están llenas de ilustraciones tomadas prestadas de la prensa de la LCR francesa. No es raro si pensamos que en este caso incluso el logotipo de la organización también tenía origen francés. Esta tendencia a recurrir al vecino del norte casi desaparece en los años ochenta, cuando la LCR evoluciona hacia un tipo de diseño más peculiar y contemporáneo.

Sobre lo sucedido en los años 70. pensamos que la concepción trotskista de partido internacional pesa mucho en el hecho de que se asuma como propio el grafismo de la organización francesa, la más potente y con peso decisivo en los organismos centralizados.

Como botón de muestra, incluimos un dibujo de Pélou, reproducido en pegatinas de la LCR de los estados francés y español, y de la LCI portuguesa. Pélou fue el pseudónimo de Alain Tortrat, militante de primera hora de la organización francesa, que colaboró durante muchos años en Rouge. Falleció en 1993.

Las tres pegatinas podrían ser datadas entre 1976 y 1979.





25 de mayo de 2020

Pegatinas con firma y sin firma

En aquellos primeros años tras la muerte del dictador se produce una eclosión de lo político. Paralelamente a la militancia consciente que viene del franquismo, las ideas democráticas y de izquierdas recogen la simpatía y la adhesión de amplias capas de la población liberada de la garra fascista, en especial en los segmentos juveniles. El fenómeno trasciende y podríamos decir que se genera una moda, una de cuyas manifestaciones es el boom de la pegatina política. Hoy nos vamos a ocupar de un fenómeno curioso: una organización normalmente del ámbito de la izquierda revolucionaria editaba la misma pegatina con su firma y sin ella. Para empezar, hay que partir del hecho de que en aquellos momentos las pegatinas eran una fuente de ingresos para estos partidos. Las mesas que se ponían por cualquier esquina o plaza concurrida de las ciudades, ofrecían infinidad de productos: prensa, panfletos, pegatinas, llaveros, insignias, junto a algunos otros más variopintos.

Sin duda, los que más éxito tenían eran las pegatinas. Coloristas y llamativas, podían decorar carpetas o armarios y tenían un precio que, si bien estaba al alcance de todos los bolsillos, al mismo tiempo generaban unos ingresos significativos para quién los editaba y vendía. Pronto surgieron los coleccionistas de aquellos adhesivos, lo cual aumentó su demanda.

Pensamos que quizá editar la misma pegatina firmada y sin firmar podía deberse a un intento de aumentar la "salida" del producto hacia personas que estaban de acuerdo con su mensaje pero quizá no se sentían cercanas a una opción etiquetada de radical. Aquí mostramos un ejemplo, editado por el MC en La Rioja.




18 de mayo de 2020

Recuerdos de la militancia en la Liga Comunista

A raíz de nuestro último post, un antiguo militante de la Liga Comunista nos ha ofrecido plasmar parte de sus experiencias en el grupo, especialmente de la última época. Desde Tiempos de Lucha y Esperanza agradecemos su aportación y estaremos encantados en recoger más testimonios como este, de militantes de cualquier organización de la izquierda revolucionaria.

Recuerdos de la militancia en la Liga comunista

Como militante de la Liga Comunista desde el año 1975 quisiera hacer unas aportaciones personales desde mi experiencia sobre la última etapa de la organización.  El Tercer Congreso de la Liga Comunista de septiembre de 1976 se cerró en falso. Juan Colomar (“Roberto”) fue apartado del Buró Político. Siempre había sido el ideólogo de la LC. Fue impulsor de la formación del grupo Comunismo a partir de la disolución del FOC en Cataluña, que luego daría lugar a la LCR, y allí creó el grupo “Encrucijada”, que daría lugar a la LC. En la LC ya algunos militantes, como el líder obrero José Borrrás, se habían ido a la LCR. Colomar era totalmente contrario a cualquier acercamiento con la LCR y los otros grupos de extrema izquierda. Fue el que teorizó que el PSOE sería hegemónico  en el “interregno” democrático entre el franquismo y la revolución. Que había que potenciar los sindicatos de clase como UGT y CNT y no CCOO, que era un movimiento sociopolítico al servicio del PCE. Aunque se aprobó esta moción en el Congreso, el Buró Político se formó por el sector más proclive a acercarse a la LCR. Juan Zurriarraín, secretario general, era uno de ellos. En este BP estaba también Jaume Roures. Quedó dividido entre la mayoría partidaría del acercamiento a LCR y la minoría liderada por Colomar. De hecho Colomar fue apartado, desde criterios formales, porque era totalmente caótico e iba siempre a su aire.

Lo que ocurrió es que Colomar fue abandonando el troskismo. Sus seguidores se desmarcaron de él y formaron la tendencia fracción troskista. Colomar, con algunos fieles de Barcelona, montó la Tendencia Marxista, que se basaba en las teorías de Cornelius Castoriadis, que criticaba no solo el troskismo sino también el leninismo.

En el IV Congreso ganó la confuencia con LCR. La fracción troskista se une a otros colectivos troskistas y expulsados del PSOE para montar el POSI (Partido  Obrero Socialista Internacionalista). Algunos se integran en el PSC y acabarán ocupando cargos relevantes, como Conseller de Treball en el Tripartit (Josep Maria Rañé) o teniente de alcalde de Terrassa (Josep Aran).

Respecto al grupo de Colomar, este siguió su trayectoria política participando en diferentes grupos, algunos en los que participaron líderes neofascistas como Ernest Milà. Finalmente montó el Partido Nacional Republicano. Su mano derecha, Antoni Ferández Teixidó (“Demián"), que después de pasar por la CNT acabó montando la CDS catalana (con otros antiguos militante de la TM) y acabó en CDC, donde llegaría a Conseller de Treball.

La Liga Comunista fue un grupo izquierdista, en el sentido que apuntó Lenin de “la enfermedad infantil del comunismo”. Un grupo muy minoritario que tenía militantes en Barcelona, Pamplona, Bilbao y Madrid, básicamente. Su composición era poco obrera (algunos habían) muy estudiantil (la mayoría procedentes de la pequeña burguesía). En el País Vasco algunos procedían de ETA. El fundador, Juan Colomar, procedía de la dirección del F.O.C. (F.L.P. en Cataluña). Pero de joven había sido dirigente falangismo. Un personaje muy magnético y con una gran capacidad teórica, sin ambiciones políticas pero apasionado por lo político.

De mi experiencia puedo decir que aunque era un grupo marginal, muy dogmático y sectario, fue para mi una escuela de formación política y aunque quizás éramos  mayoritariamente jóvenes que jugábamos a la político lo cierto es que nos la jugábamos. Muchos acabaron detenidos, torturados y encarcelados por un ideal.

 Luis Roca Jusmet    lroca13@gmail.com