Hace unos días que ha llegado al Archivo "Doris Benegas. Una
luchadora del pueblo", reciente publicación que hace un completo
recorrido por la biografía de esta singular mujer, fallecida en
julio de 2016, que plantó cara al sistema a lo largo de toda su
vida. Ninguna lucha emancipadora le fue ajena (feminismo, memoria
histórica, derechos nacionales, lucha obrera, antimilitarismo,
solidaridad internacionalista, etc.), y su compromiso le pasó
factura en forma de abundantes detenciones, multas y querellas: la
primera detención, en pleno franquismo, en 1973; la última, en
octubre de 2014 durante una manifestación en Madrid.
Conteniendo el libro abundantísima información, nos vamos a
centrar en esta reseña en la etapa vital de Doris que coincide con
su vinculación con el MC, organización de la cual fue figura
destacada y reconocible en los medios, contribuyendo a su
popularidad quizá lo chocante que resultaba que fuera hermana de
un destacado dirigente socialista, Txiki Benegas.
El compromiso político de Doris se inicia en Donostia a
principios de los años setenta, mientras estudiaba Derecho, a
través de los Comités de Estudiantes Revolucionarios de Gipuzkoa,
una organización en la órbita de lo que en aquel momento se
denominaba Komunistak, y que a partir de 1972 pasará a denominarse
Movimiento Comunista de España. En la agitación para el Primero de
Mayo de 1973 sufre su primera detención, lo que provoca que su
partido decida desplazarla a otra ciudad, por su condición de
fichada. Así que en septiembre de 1973, sin haber cumplido los 22
años, se establece en Valladolid, ciudad que ya nunca abandonaría.
En 1974 y gracias a su conocimiento de la lengua francesa, entra
a trabajar en FASA-Renault como secretaria de dirección. FASA era
la fábrica más importante de la ciudad y está a punto de
convertirse en la punta de lanza de su movimiento obrero. Desde el
primer momento, Doris se destaca en las asambleas, en un ambiente
casi exclusivamente masculino, colaborando con las Plataformas
Anticapitalistas. En 1975 es despedida junto con decenas de
compañeros. Habiendo obtenido ya la licenciatura de Derecho, abre
un despacho laboralista en la calle Matías Sangrador. Este
despacho, que funcionará también informalmente como sede del MC en
Valladolid, será destruido por un atentado fascista en diciembre
de 1979, acción en la que murieron una pareja de ancianos vecinos
del inmueble (a este luctuoso suceso ya dedicamos hace algún
tiempo un post).
Tras ser cabeza de lista del MC en las elecciones municipales de
1979, en la década de los ochenta, sus posturas políticas le
llevan a ir alejándose paulatinamente de las posiciones
mayoritarias en el partido, proceso que concluiría con su
expulsión,
junto a una parte importante de la organización de Valladolid,
expulsión que fue posteriormente ratificada en el IV Congreso del
MC, celebrado en octubre de 1983. Previamente, el MC editó un
número de su
Boletín, el 53, que recogía las posiciones de Doris y del grupo de
Valladolid. Precisamente a través de la obra que comentamos, hemos
conseguido localizar una entrevista que dio a Punto y Hora de
Euskalherria en enero de 1984, donde expone con amplitud las
diferencias que
supusieron el fin de su militancia en el MC y que podéis descargar aquí
A partir de ese
momento Doris participará en la creación de varios organizaciones
del nacionalismo castellano de izquierdas (Unidad Popular
Revolucionaria-Unidad Popular Castellana-Izqiuerda Castellana).
La entrevista en Punto y Hora la hemos obtenido de la página web de
Memoria Digital Vasca, una iniciativa de la Fundación Sancho el Sabio,
que tiene digitalizada una gran parte de la colección de la revista
vasca. Por su parte, el Boletín 53 del MC estuvo disponible digitalizado
en el la página del Archivo Histórico de CCOO de Catalunya. Ahora
mismo, no está disponible por lo que podéis descargarlo aquí
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