A primera hora de la mañana del día 18 de enero de
1974 José Luis Cancho, un universitario activo militante del PCE (i), caía desde
la ventana del tercer piso de la Jefatura Superior de Policía de Valladolid,
tras haber sido sometido a brutales torturas durante la tarde y la noche
anteriores por parte de cuatro inspectores de la Brigada Político-Social. Casi
milagrosamente salvó su vida, lo cual no le libró de varios meses de
inmovilización absoluta en la cama, primero en el hospital y luego en la cárcel.
Su caso fue excepcional porque la querella que
presentó contra los torturadores en mayo de 1974, en pleno franquismo, prosperó
y sólo fue archivada la causa, sin llegarse a dictar sentencia, por
la promulgación de la ley de amnistía en octubre de 1977.
Hace unas semanas José Luis Cancho ha publicado sus
memorias con el título de "Los refugios de la memoria" en la Editorial Papeles
Mínimos. No fue un periplo demasiado largo su paso por la acción política, dado
que abandonó el PTE antes incluso de su desaparición. Tras ello, trabajó de
maestro, se entregó a la vida nómada, para finalmente dedicarse a la literatura,
habiendo publicado cuatro novelas.
El libro ofrece alguna información relevante sobre
su biografía política, dentro de un tono general introspectivo,
arrojando interesantes reflexiones sobre la vida
militante y carcelaria, con sus renuncias, sus contradicciones y
frustraciones.
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